CUANDO EL PASADO SE CONVIERTE EN
HERRAMIENTA POLITICA DE DESPRESTIGIO
De mi preceptor: el no
haber sido de la facción de los Verdes ni de los Azules, ni partidario de los parinularios ni de los
escutarios; el soportar las fatigas y tener pocas necesidades; el trabajo con esfuerzo personal
y la abstención de excesivas tareas, y la desfavorable acogida a la calumnia. Marco Aurelio Meditaciones
La era de oro se cuenta como el amanecer de la cultura,
la de bronce como el brillo de los actos heroicos o renombrados, la de hierro
como la decadencia de la cultura, la
virtud y la razón, momentos históricos
que contemplamos como etapas naturales de la civilización, ciclos referenciales
que anteceden a nuestra época, la de la información, la reafirmación de la antiética, la inversión
de los valores, la irresponsabilidad informativa, y el comercio de la verdad.
Escribo estas líneas,
movido por la inquietud moral, la necesidad de aclarar algunas
imprecisiones, muy convenientemente utilizadas por el periodista Gustavo
Rúgeles quien en su búsqueda incansable por adquirir un nombre periodístico es
capaz de acudir a cualquier tipo de rumor para formar escándalos que
desprestigien y ensucien el nombre de las personas de bien.
Mi nombre es Eduardo Romano, Politólogo de la Universidad
Nacional, quien participó en asociaciones skinhead durante su estancia en el colegio y comienzos
de la universidad, lo cual no niego y
sostengo recalcando el motivo que me obligó a participar en dichas agrupaciones
de amigos que en un momento se convirtieron en un refugio para una juventud
amenazada por la falta de oportunidades,
debo agregar que mi amor por la historia, los principios y la necesidad
de vivir las aventuras de los libros, me llevaron a explorar ideales políticos
y sociales donde la lealtad, el honor y la fraternidad fueran un ideal de
cambio.
Lastimosamente cuando se actúa al calor
de la juventud y la
audacia nubla la prudencia, mi inmadurez me llevó a tomar la decisión de trabajar en
agrupaciones skinhead, decisión infortunada que generó un estigma que hasta el
día de hoy me acompaña y que es utilizado en algunos casos para tergiversar las
acciones buenas que he realizado, hoy me
arrepiento, mas no de mis acciones, pues mi proceder siempre ha sido correcto y
no tengo ningún tipo de antecedente judicial ni disciplinario, me arrepiento de
no haber encaminado a tantos compañeros valiosos en un rumbo fructífero, de
principios y de virtud, lejano al improcedente e impráctico de las asociaciones
de skinheads.
Finalmente puedo decir que actualmente trabajo con
agrupaciones cristianas, no soy católico, mas tengo buena amistad con
diferentes confesiones, mi trabajo y mi gran deseo es el de ayudar a muchos de aquellos
muchachos, compañeros, contradictores, y nuevos activistas a retomar el camino
de principios orientados a la libertad, la virtud y la honra.
A continuación me permito hacer unas rectificaciones.
1. No soy Uribista, muy por el contrario, soy
contradictor de muchas de las políticas que se implementaron durante el
gobierno del señor Álvaro Uribe, no tengo ninguna afinidad ideológica ni
laboral con el Centro Democrático, incluso me parece que muchos de sus más
reconocidos lideres como el Señor Yamhure son un ejemplo de falta de ética,
integridad política y lealtad.
2. Sobre mi trabajo público, el cual es social más que
político, es de amplio conocimiento, tanto de Uribistas como de diversos
sectores, que jamás me he comprometido con
campañas electorales pues mi mayor motivación es la política por causas,
comunidades negras, indígenas, desplazados, víctimas de la guerrilla y victimas del paramilitarismo.
3. Exijo respeto por los líderes comunitarios Manuel Moya
Y Graciano Blandón quienes no solo entregaron su vida por un ideal de justicia,
autonomía y libertad, sino que también
eran ejemplo social para una nación fría y materialista como la nuestra.
4.Exijo respeto para el señor José Jaime Uscategui, un
hombre admirable, fiel a su familia y a sus principios con quien no comparto
más que una simpatía por su entrega, declaro que no he trabajado con él y que
su causa es tan limpia que no debe verse desvirtuada por las decisiones de
juventud de Eduardo Romano.
5. Exijo respeto para la doctora María Fernanda Cabal,
con quien no tengo ningún vínculo más que la simpatía por la causa de las
víctimas de la guerrilla, las comunidades desplazadas y la justicia social.
6. Exijo al medio virtual LAS DOS ORILLAS se comprometa
con la ética y la calidad periodística, pues los artículos del señor Rúgeles no
solo son desenfocados, ideologizados, sino que además, presentan unos errores
de redacción y ortografía insalvables.
7. Aclaro que el Movimiento Vanguardia Nacional (Que en
ningún momento fue fascista) dio por finalizado su trabajo hace ya tres años,
una agrupación digna compuesta por hombres y mujeres íntegros quienes no son
responsables de las decisiones de juventud de su compañero Eduardo Romano.
8. Aclaro que no tengo nada que ver con el Movimiento
Restauración Nacional y aunque no comparto algunas de sus posiciones, tengo totalmente claro que no son neonazis.
9.Aclaro que hace mucho tiempo no tenía contacto con el
Señor Alfredo Devía, por tanto no puedo dar opiniones sobre las circunstancias
de su deceso, pues no es de hombres honrados hablar de quien no puede
defenderse, todo lo que debí decirle, se lo dije en vida, y juzgar sus
acciones, con sus aciertos y sus errores corresponden a Dios y no al hombre.
10. Agradezco al Señor Rúgeles el haberse tomado el
trabajo de escribir sobre mí, a pesar de haber pasado ya varios años de los
tiempos en que pedía mi consejo y apoyo para sus proyectos políticos
personales.
Para finalizar, huelga dejar muy en claro dos cosas: En primer lugar, que mi actuación
anterior, concomitante, y posterior a mi militancia en agrupaciones skinhead,
siempre fue orientada por el honor, el deber y el amor total a mi país, y
aunque erradas en su accionar, considero que todos tenemos derecho a madurar y
reconocer nuestros errores con el ánimo de reivindicarlos, con lo cual estará
muy de acuerdo el señor Gustavo
Adolfo Rúgeles, somos ciudadanos
libres, y esto nos diferencia de las
dictaduras y totalitarismos, reconocemos
que la gente puede cambiar y ser una herramienta de progreso para su país, tal
y lo hizo el gran compositor griego Mikis Theodorakis quien militó en su juventud en grupos fascistas, y
después fue un defensor férreo de la libertad y la justicia, lo hicieron Gustavo Petro, Navarro Wolf, Ever
Bustamante y muchos otros partidarios del colectivismo que pone al Estado por
encima de las libertades de la persona, y reclamo el mismo derecho, como un
ciudadano colombiano, como un hombre libre, y como una persona que no se ata a
los errores del pasado, sino que lucha por la reivindicación de los mismos,
quien a diferencia de los caudillos locales ya mencionados, jamás ha cometido
un acto terrorista contra otro ciudadano. En segundo, es menester recordar al
Señor Rúgeles, la figura de Elfialtes, las termópilas no hubieran sido lo mismo
sin personajes dispuestos a vender su dignidad con sus antiguas amistades por
un puñado de monedas, deseo que su éxito crezca, que en su alma perdure la verdad
y el dolor que hace pasar a más de una familia con sus artículos difamantes, calumniantes e injuriosos, rebosantes de cobardía e infamia.
Eduardo Romano