Respetados señores
FABRIZIO HOCHSCHILD
Coordinador Residente y Humanitario
del. Sistema de Naciones Unidas en Colombia
ALEJO VARGAS
Director del Centro de Pensamiento y Seguimiento del proceso de paz de la Universidad Nacional
Director del Centro de Pensamiento y Seguimiento del proceso de paz de la Universidad Nacional
Me dirijo a ustedes con el fin de
hacerles conocer algunos hechos relacionados con la realización del evento Mesa
Regional de Víctimas, del cual participe en representación de la Fundación
Colombia Herida, abanderada de victimas de soldados y policías heridos y
mutilados en combate, quienes a ojos del Derecho Internacional Humanitario, se
configuran en verdaderas víctimas, tal y como ustedes han advertido frente a la
opinión pública.
En primer lugar, mi asistencia al foro
fue transparente, me presenté con mi nombre completo y mi número de cedula,
jamás me infiltre con un nombre falso, no suplanté a ninguna persona, como han
sugerido los medios malintencionados, ni realicé ninguna acción ilegal para
ingresar.
Si bien es cierto que fui cabeza
rapada, lo que es un hecho de conocimiento público, no solo por profesores y
alumnos de la logística de la Universidad Nacional sino por el país entero, no
tengo deudas con la justicia ni denuncia alguna por actos de violencia contra
minorías, políticas, raciales o sexuales. Mi participación en dichos grupos, en
mi juventud, fue el ejercicio legítimo de mis derechos fundamentales, tales
como el libre desarrollo de la personalidad, la libertad de pensamiento, la
libertad de opinión, y demás garantías que reconoce la Constitución de manera expresa
en su texto, así como en el bloque de constitucionalidad, incluyendo además, la
Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Con la
madurez, y el paso de los años, mi pensamiento político cambió diametralmente,
como es natural con los fanatismos a los que cualquier persona puede adherirse
en los años de una juventud temprana, no obstante denuncio con vehemencia la
manera en que se me ha estigmatizado por un pasado en el que reitero, no hice
más que hacer efectivas las libertades que se me reconocen como persona, y por
ello, fui víctima de reiterados actos de discriminación por razón de lo que
algún día fue mi, legítimo, pensamiento político.
Jamás tomé fotografías de
representantes de víctimas de crímenes de Estado, ni de grupos paramilitares,
tal y como se ha querido señalar para ensuciar mi nombre. El señor Hochschlid
tuvo la oportunidad de revisar las fotografías de mi cámara,y es testigo de mi
trabajo limpio dentro del Foro. Mi cámara sólo registró material, consentido,
de victimas integrantes de la fuerza pública, que se configuran en verdaderas
víctimas de crímenes de guerra denunciados por el Derecho Internacional
Humanitario como tales.
Contrario a la versión que han
publicado diversos medios de comunicación, yo no tome ningún artículo de
persona alguna del evento. El señor Hochschild tuvo la oportunidad de constatarlo,
pues en presencia suya fui requisado por personal de la organización en el bus al que fui llevado cuando fui sacado del
evento; como es natural, no había ningún elemento que no fuera de mi propiedad.
Debido al acoso, el hostigamiento, y
la persecución de la que fui objeto, y a la que hice previa alusión, reaccione
quitando una cámara que me grababa, pues se trataba de un registro videográfico
ilegítimo que en ningún momento fue consentido por mí, que no sólo irrespetaba
el protocolo del evento, sino que vulneraba derechos fundamentales, tales como
mi derecho a la intimidad, mi libertad de consciencia, y mi derecho a la honra.
Y debido a la pasividad de la logística ante los reiterados actos de
discriminación dirigidos en mi contra, que se adecúan incluso, en conductas
típicas castigadas por el ordenamiento jurídico penal bajo el título de
hostigamientos por motivos de política, en su modalidad agravada por ejecutarse
a través de medios de comunicación masiva.
Denuncio el silencio de la
organización frente a los actos de hostigamiento en mención, por parte de
organizaciones políticas presentes en el evento, quienes, además, se
dispusieron a bloquearme el ingreso, violando mi derecho legítimo a participar
en el evento, el cual se deriva de mi incansable trabajo dentro del
observatorio socio político de la fundación Colombia herida que era acompañar
la participación de victimas militares de la fuerza pública, que como muchas de
las organizaciones presentes en el Foro, sólo busca la realización efectiva de
la justicia que se pone en peligro al invisibilizar a víctimas que tienen
derecho a ser tenidos en cuenta..
Denuncio con fuerza la falta de
acompañamiento después delos hechos ocurrido, la ausencia de garantías, la
permisividad con agencias de noticias de clara connotación política, a quienes
se les permitió sacar fotografías mías y de las víctimas
de la guerrilla, acción por la cual hoy somos amenazados, por diferentes
agrupaciones incluyendo a la guerrilla de las FARC, poniendo nuestras vidas, y
la de nuestras familias en una franca situación de peligro. Denuncio también la
permisividad del evento frente a los volantes repartidos por organizaciones
políticas donde soy acusado de paramilitar,
acusación grave que coloca no solo en peligro mi integridad si no también la de mi familia.
Es por ello que, finalmente,los hago
responsables por cualquier cosa que suceda contra mí o cualquier persona de mi
familia, pues las omisiones de sus deberes como organización del evento han
degenerado en esta lamentable situación, pues de una inacción suya se siguió el
hostigamiento ocurrido durante el evento, y el acoso subsiguiente, siendo
ustedes garantes dentro de las inmediaciones del evento. Exijo un pronto
acompañamiento, una investigación rigurosa de los hechos acontecidos y un
pronunciamiento público de lo acontecido
dentro del bus en el que fui retenido.
Espero pronta respuesta acogiéndome a
las garantías prometidas por los organizadores del evento.
Eduardo Romano
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