miércoles, 27 de agosto de 2014

DON ALVAR FAÑEZ


A Daniel Andreas fiel amigo en la fortuna y la trinchera.


Valiente y fiel hermana fue la espada,
Que la amistad de acero otorgara
Al  Ruy Díaz en la dura  jornada
Después de que destino lo castigara.

Gran consuelo es la fraternidad
Del hombre sincero y entregado;
En la tierra no  existe mayor caridad
Que la del amigo abnegado.

No dudo en servir con valor;
Dispuso su corazón al combate
Y  compartió el destierro con honor

El oro jamás  su honor puedo  alcanzar,
Pues el valor, la dignidad y la sinceridad
Solo en el hombre honrado pueden habitar

Eduardo Romano 





No hay comentarios:

Publicar un comentario