lunes, 19 de mayo de 2014

Neonazis y la guerra sucia electoral


Por Eduardo Romano

“Yo, personalmente, hago lo que debo; lo demás no me atrae, porque es algo que carece
de vida, o de razón, o anda extraviado y desconoce el camino”. Marco Aurelio


¿Porqué un joven termina militando en grupos neonazis?, una pregunta que me han hecho bastante en los últimos días, y claro, no es de asombrarse ya que es un tema de moda en el país; por un lado, como herramienta política de desprestigio, y por otro, como chivo expiatorio de todo lo siniestro, perverso, y criminal que sucede en el país, y es incluso mayor que la noticia de los niños bomba inmolados en Tumaco.

En mi caso, se puede decir que fue una decisión que surgió de la necesidad de enfrentar una sociedad que no ofrecía alternativas a una juventud con sueños de progreso y educación. Pertenezco a una generación de habitantes de barrios periféricos de la ciudad, miembros de la clase obrera real, no "M-19",  que todos los días debía enfrentarse a la miseria, la violencia y la criminalidad latente en los barrios del sur de Bogotá.  Al igual que otros compañeros, me uní a estos grupos, impulsado por ideales de unidad, honor, y lealtad;  una promesa de fraternidad para enfrentar la marginalidad; una quimera que con el trascurso del tiempo y el crecimiento de estas organizaciones juveniles fue desapareciendo, la heroicidad se fue cambiando por la devoción esclava a los sentidos.

Los años pasan y la educación nos lleva a plantear soluciones prácticas a realidades complejas. Ingresé en la universidad con una óptica política inmadura, quizá demasiado soñadora, que se vio enfrentada a la realidad social de su país junto con  el señalamiento y el acoso por parte de profesores y compañeros quienes me veían como un defensor de las clases acaudaladas,  inquisidor de jóvenes LGBT, y personas de color,  algo totalmente absurdo,ninguno de ellos se detuvo a preguntarse quien era yo o que pensaba.

Antes de continuar debo aclarar que ni me siento ario, ni rubio, ni nada similar, soy consciente de mi mestizaje, tal como lo fue, quien es para mí un paradigma de lucha nacional, Pancho Villa. Mi ideal siempre fue romántico, orientado al honor al mejor estilo de Marinetti y su futurismo, del Mussolini del 19, de las ideas de una República de Salo, y de Giorgio Almirante en Italia.   Nunca tuve predilección por modelos como el de Pinochet,  Videla o Franco, ni tampoco fue mi norte el esoterismo místico hitleriano.   He de confesar que siempre he rechazado el radicalismo religioso, así como las dictaduras.

Mi posición política, nunca fue recalcitrante, y a pesar de que haber sido permanente detractor de las ideas de izquierda, eso no me impidió fundir fuertes lazos de amistad con quienes comulgaban con dichas tendencias, de modo que si bien he sostenido una fuerte rivalidad con personas de tendencias socialistas, también muchas personas, compañeras ideológicas de éstas, han integrado mi círculo social.

Al transcurrir los años, me separé de mis antiguos compañeros de grupos skinhead, pues, resultaban inconciliables nuestras diferencias ideológicas y morales, especialmente, con quienes llevaban el liderazgo.   Con el pasar de los días, ni siquiera volví a saber de ellos, solamente del señor Rúgeles, quien se convertiría en el más oportunista de los periodistas y a cuyas ansias de figurar debo hoy toda clase de impases que comprometen mi buen nombre, mi honra, mi honor, e incluso mi seguridad: se trata de una persona que habiendo sido seguidora del nazismo de línea falangista, hoy se encuentra cegado por el rencor contra un grupo del que siendo miembro fue expulsado por irremediables muestras de deshonestidad.

Hoy en día debo decir que maduré mi orientación a un pensamiento filosófico clásico, y me declaro un profundo admirador de Aristóteles, Marco Aurelio, Epícteto, Seneca, San Agustín y el más grande de todos Cristo Jesús, es por ello que, ahora, doy gracias al cielo por cada día de mi vida, no me arrepiento de un pasado que ha determinado el devenir que ha hecho de mí quien soy ahora.

No soy Uribista, tengo profundas críticas a la reforma laboral que se presentó en su gobierno, al recorte a la educación pública, al trato hacia los militares como piezas de ajedrez, la espuria negociación del fuero militar con la Fiscalía, y otros infortunados desaciertos que me tomaría más que un artículo mencionarlas.   Jamás trabaje con ningún partido de Uribe, fui critico de la elección de Juan Manuel Santos y férreo antagonista del Centro de Pensamiento Primero Colombia, una organización oportunista cuyo director mancilla todo principio de dignidad y de lealtad,  factor, éste, común dentro de los   movimientos construidos alrededor de los favores políticos y de los puestos burocráticos, no por ello puedo dejar de reconocer la militancia de personas honestas en sus filas.

Me vinculé a apoyar comunidades negras por la necesidad de justicia que trasmitía el mensaje expuesto por el señor Manuel Moya Lara,  un hombre humilde, integro y leal a su comunidad, algo que me llamo mucho la atención, ya que la justicia y los principios cristianos nos imponen la norma de unir fuerzas para ayudar a quien lo necesita, lamentablemente este gran hombre fue asesinado, algo que marco mi pensamiento y convirtió la necesidad de estas comunidades vulnerables en causa de vida y necesidad ética, hoy en día aun soy amigo de la Hija del Señor Blandón otra víctima de la guerrilla y de su hermano Darío Blandón.

Por esta razón he coincidido en lugares comunes con muchos defensores de derechos humanos, personas como Fernando Londoño Hoyos, Alejandro Ordóñez Maldonado,  Pablo Victoria Wilches, María Fernanda Cabal, entre otros con quienes sólo me he topado casualmente, con algunos comparto sus principios, con otros discrepo profundamente, jamás trabajé en  ninguna campaña electoral. No tengo fotos con Uribe ni Santos, no tomo el té con José Obdulio Gaviria, ni con ningún personaje de la política nacional. Mantengo una amistad sincera con Fernando Vargas Quemba, por quien siento profunda admiración,  a quien le debo su consejo, y apoyo para direccionar mis ideales a la causa de la virtud de los principios cristianos,  hoy comparto en algunos escenarios su noble causa del acompañamiento a las víctimas de las Guerrillas, quienes actualmente son totalmente ignoradas, vulneradas y pisoteadas, no solo por el gobierno nacional sino por la opinión pública.

Es sorprendente el boom mediático que ha causado en los medios este tema; personas de las que se espera una actuación seria y consecuente como el fiscal Eduardo Montealegre, el presidente Juan Manuel Santos, y diversos periodistas, utilizan  el término ‘neonazi’,a conveniencia y de forma quirúrgica, para descalificar a sus contrarios políticos, o al enemigo público de turno, tal el caso de María Fernanda Cabal y Juan Sebastián Camelo, e incluso para hacer más graves, reprochables conductas como las llevadas a cabo por el presunto ‘hacker’ Andrés Sepúlveda (Alejandro Sepúlveda según la pobre indagación de la revista Pulzo), pues resulta más cómodo para el ente investigador tacharlo de fascista que hacer una pesquisa seria y responsable.

Invito a la sociedad a analizar las cosas con madurez, sin dejarse llevar por los viscerales señalamientos que a la ligera hacen los medios de comunicación.Es cierto que pertenecí a agrupaciones neonazis, pero ello en sí mismo es un ejercicio de la sagrada libertad de pensamiento, que garantiza la Constitución. Mientras yo soy señalado por mis pensamientos, autores de verdaderos crímenes atroces hoy ostentan cargos públicos, o son dignos plenipotenciarios de los grupos terroristas a los que pertenecen, tanto en el área política como en los medios masivos de comunicación. Por mi parte, jamás mate, ni coloque collares bomba, ni me tomé el palacio de justicia, ni participe en el genocidio del movimiento esperanza paz y libertad (Masacre Chinita), ni en la masacres como la de Bojayá, jamás sembré minas quiebrapatas, ni trafiqué con estupefacientes, ni recluté menores; pero parece que es más grave haber tenido alguna ideología política estigmatizada ante los ojos de una sociedad maniqueísta y parcializada.




COMUNICADO DAMAS VERDE OLIVA 18 DE MAYO DE 2014



COMO PRESIDENTA DE LAS DAMAS VERDE OLIVA QUIERO ACLARAR A LAS PERSONAS QUE AMAN Y SIGUEN CREYENDO EN NUESTRAS FUERZAS MILITARES.

1. El pasado 1 de mayo del presente año en la emisión de noticias uno se refirieron a que Piedad Córdoba había asistido al centro penitenciario de Puente Aranda. Muchas familias que conforman las Damas Verde oliva se sintieron muy tristes al ver que los nefastos personajes que tanto daño nacional e internacional le han hecho a nuestras fuerzas militares, hoy quieren hacerse pasar como los salvadores y definitivamente darle la estocada final y acabar con nuestro ejército.

2. Sé que estar en un centro penitenciario no es fácil y que vemos como cada día nos abandona el estado pero eso no quiere decir que tengamos que arrodillarnos ante los mayores opositores y jueces mediáticos que nos han ultrajado durante décadas.

3. Piedad Córdoba y sus compañeros de Colombianos y Colombianos por la Paz fueron los que más pidieron que las fuerzas militares de Colombia perdieran su fuero militar y ahora quieren salvar a los militares detenidos y condenados, ahora me pregunto: ¿Qué intereses ocultos tienen para nuestras fuerzas militares? Será acabar con la institucionalidad.

4. Las Damas Verde Oliva creen en que la verdad brillara y que no hay que hacer alianzas con bandidos que solo esperan desprestigiar a nuestra institución para después vendernos ante las cortes internacionales.

 5. Es importante recordar que Piedad Córdoba uso a nuestros secuestrados colombianos para adquirir poder internacional y ahora ni siquiera pregunta si los liberados están bien o se han sumido en su dolor.

6. Las Damas verde Oliva respetan las decisiones individuales de cada familia militar pero sigue creyendo en la verdad y no se arrodillara ante la guerrilla ni ante las personas que quieren desprestigiar nuestro Ejército.

7. Por lo anterior expuesto No compartimos los diálogos que han sostenido algunos militares con Piedad Córdoba y seguiremos luchando para que los militares tengan su fuero militar y se aclare la verdad de muchos procesos judiciales. Queremos la paz con justicia y sin tener que hacer pactos con los enemigos de las fuerzas militares.
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LIBIA RUTH ORDOÑEZ PERALTA

PRESIDENTA DAMAS VERDE OLIVA

jueves, 8 de mayo de 2014

LIMPIANDO EL CAMINO POLÍTICO

Por Eduardo Romano


La soberbia es, sin duda, el mayor pecado del hombre actual. Antes, el hombre podía ser soberbio, pero no era estúpido. Ahora, el hombre tiene la soberbia de la ignorancia, la peor de todas.
Arturo Pérez Reverte


En estos tiempos es muy común escuchar cómo la gente habla despóticamente de la historia, alaba los avances sociales de la modernidad y critica las acciones de los antiguos, incluso he escuchado mencionar que bastaría pasar un escáner moderno de derechos humanos por encima de la historia de la civilización para condenar  lo que el ciudadano bien pensante considera atroz y criminal.

Un día también escuche a un colega  criticara una Esparta que sacrificaba a sus niños por considerarlos defectuosos, algo atroz sin duda, lo curioso es que este mismo colega que se sonroja estudiando la historia clásica no se inmutaba exigiendo  "el derecho al aborto" como afirmación de los derechos individuales de las ciudadanas.

La inversión de los valores y la hipocresía popular no es algo sorprendente, lo sorprendente es que se siga juzgando a los antiguos y se sigan perpetuando sus prácticas.

En este caso me referiré al ostracismo, un castigo utilizado en la antigua Atenas y en algunos otros lugares como Egipto para castigar personas “incomodas” paras las instituciones mediante una expulsión democrática, mediante esta práctica se solicitaba a los ciudadanos escribir en un fragmento de cerámica denominado óstrakon(1) el nombre de un ciudadano considerado indeseable, luego del conteo de óstrakones se procedía a expulsar a la  persona con mayor número de votos por  el tiempo de 10 años, como era natural, muchos enemigos políticos de turno fueron sometidos a un ostracismo pagado por quien poseía el poder de la riqueza.

Óstrakon con el nombre de Temistocles
Muchos hombres buenos y valiosos se vieron sometidos a tan infame castigo sin tener en cuenta su servicio al estado, ni sus virtudes o sacrificios, uno de esto sería Arístides(2) el justo, quien fue expulsado muy a conveniencia de Temístocles vencedor en Salamina, quien a su vez se vio expulsado de Atenas cuando sus reformas civiles y estratégicas empezaron a molestar a los aristócratas.

Siglos han pasado desde entonces y occidente como buen heredero de las prácticas políticas de la Grecia antigua, también  heredo sus castigos. Hoy podemos  decir que la condena al ostracismo nunca acabo, se ha monopolizado, pero igualmente se vende al mejor postor.

¿Y quién impone este ancestral castigo?, se preguntaran, pues es simple, la prensa irresponsable y medios alternativos quienes por mantener  un negocio informativo son capaces de hacer pedazos a un ciudadano condenándole simbólicamente al ostracismo, basta ver como se utilizo claramente y con orientación política en los actuales escándalos, en los que el presidente Santos se ha visto inmiscuido,  muy a conveniencia de el por supuesto.   Un ejemplo claro es el ciudadano increpado por el Señor Vargas Lleras quien no paso un día antes de que fuera lapidado por la prensa privada, la alternativa y los pasquines que abundan en Internet.


Pero no es de asombrarse, llevan ya rato haciéndolo, me pregunto acaso ¿quién vigila la responsabilidad de medios como Las DOS ORILLAS, LA SILLA VACÍA Y demás medios virtuales?, que ente nacional protege a los ciudadanos ante la manipulación de la información y los crímenes contra la verdad?

Moderno Óstrakon

Ellos han pasado a ser quienes dictan sentencia, el Óstrakon moderno,  ellos deciden quien está mal y quien bien, pero lo más preocupante somos los ciudadanos que permanecemos callados, incluso ratificamos la condena tomando como verdades sus artículos y señalando a los implicados eso sí, hasta que vivimos en carne propia su injusticia,  recordemos que quien peca de omisión es tan culpable como quien comete la acción.

La justicia y la honra es un derecho de todos, me gusta imaginar que un día la luz de la ley alumbrara por igual todos y el honor volverá a ser el objetivo del hombre recto.

(1)Ostracon u Ostrakon (del griego: ὄστρακον ostracon, cuyo plural es ὄστρακα,ostraca) es una concha o fragmento de cerámica sobre el que se escribía el nombre del ciudadano condenado al ostracismo.
(2) Se cuenta que un analfabeto, tras entregar su óstrakon a Arístides, le pidió que escribiera el nombre de Arístides. Este asombrado le preguntó si Arístides le había causado algún daño. «En absoluto», respondió, «ni conozco a ese hombre, pero me molesta oírle llamar por todas partes el Justo». Después de escucharle, no replicó, escribió su propio nombre y le devolvió el óstrakon.   Plutarco, op. cit. VII, 7–8

viernes, 25 de abril de 2014

Comunicado Eduardo Romano


CUANDO EL PASADO SE CONVIERTE EN HERRAMIENTA POLITICA DE DESPRESTIGIO

De mi preceptor: el no haber sido de la facción de los Verdes ni de los Azules, ni  partidario de los parinularios ni de los escutarios; el soportar las fatigas y tener pocas  necesidades; el trabajo con esfuerzo personal y la abstención de excesivas tareas, y la desfavorable acogida a la calumnia. Marco Aurelio Meditaciones

La era de oro se cuenta como el amanecer de la cultura, la de bronce como el brillo de los actos heroicos o renombrados, la de hierro como  la decadencia de la cultura, la virtud y la razón,  momentos históricos que contemplamos como etapas naturales de la civilización, ciclos referenciales que anteceden a nuestra época, la de la información,  la reafirmación de la antiética, la inversión de los valores, la irresponsabilidad informativa, y el comercio de la verdad.

Escribo estas líneas,  movido por la inquietud moral, la necesidad de aclarar algunas imprecisiones, muy convenientemente utilizadas por el periodista Gustavo Rúgeles quien en su búsqueda incansable por adquirir un nombre periodístico es capaz de acudir a cualquier tipo de rumor para formar escándalos que desprestigien y ensucien el nombre de las personas de bien.

Mi nombre es Eduardo Romano, Politólogo de la Universidad Nacional, quien participó en asociaciones skinhead durante su estancia en el colegio y comienzos de la universidad,  lo cual no niego y sostengo recalcando el motivo que me obligó a participar en dichas agrupaciones de amigos que en un momento se convirtieron en un refugio para una juventud amenazada por la falta de oportunidades,  debo agregar que mi amor por la historia, los principios y la necesidad de vivir las aventuras de los libros, me llevaron a explorar ideales políticos y sociales donde la lealtad, el honor y la fraternidad fueran un ideal de cambio.

Lastimosamente cuando se actúa al calor de la juventud y la audacia nubla la prudencia, mi inmadurez me llevó a tomar la decisión de trabajar en agrupaciones skinhead, decisión infortunada que generó un estigma que hasta el día de hoy me acompaña y que es utilizado en algunos casos para tergiversar las acciones buenas que he realizado,  hoy me arrepiento, mas no de mis acciones, pues mi proceder siempre ha sido correcto y no tengo ningún tipo de antecedente judicial ni disciplinario, me arrepiento de no haber encaminado a tantos compañeros valiosos en un rumbo fructífero, de principios y de virtud, lejano al improcedente e impráctico de las asociaciones de skinheads.

Finalmente puedo decir que actualmente trabajo con agrupaciones cristianas, no soy católico, mas tengo buena amistad con diferentes confesiones, mi trabajo y mi gran deseo es el de ayudar a muchos de aquellos muchachos, compañeros, contradictores, y nuevos activistas a retomar el camino de principios orientados a la libertad, la virtud y la honra.

A continuación me permito hacer unas rectificaciones.

1. No soy Uribista, muy por el contrario, soy contradictor de muchas de las políticas que se implementaron durante el gobierno del señor Álvaro Uribe, no tengo ninguna afinidad ideológica ni laboral con el Centro Democrático, incluso me parece que muchos de sus más reconocidos lideres como el Señor Yamhure son un ejemplo de falta de ética, integridad política y lealtad.

2. Sobre mi trabajo público, el cual es social más que político, es de amplio conocimiento, tanto de Uribistas como de diversos sectores, que jamás me he comprometido con  campañas electorales pues mi mayor motivación es la política por causas, comunidades negras, indígenas, desplazados, víctimas de la guerrilla y  victimas del paramilitarismo.

3. Exijo respeto por los líderes comunitarios Manuel Moya Y Graciano Blandón quienes no solo entregaron su vida por un ideal de justicia, autonomía y libertad,  sino que también eran ejemplo social para una nación fría y materialista como la nuestra.

4.Exijo respeto para el señor José Jaime Uscategui, un hombre admirable, fiel a su familia y a sus principios con quien no comparto más que una simpatía por su entrega, declaro que no he trabajado con él y que su causa es tan limpia que no debe verse desvirtuada por las decisiones de juventud de Eduardo Romano.

5. Exijo respeto para la doctora María Fernanda Cabal, con quien no tengo ningún vínculo más que la simpatía por la causa de las víctimas de la guerrilla, las comunidades desplazadas y la justicia social.

6. Exijo al medio virtual LAS DOS ORILLAS se comprometa con la ética y la calidad periodística, pues los artículos del señor Rúgeles no solo son desenfocados, ideologizados, sino que además, presentan unos errores de redacción y ortografía insalvables.

7. Aclaro que el Movimiento Vanguardia Nacional (Que en ningún momento fue fascista) dio por finalizado su trabajo hace ya tres años, una agrupación digna compuesta por hombres y mujeres íntegros quienes no son responsables de las decisiones de juventud de su compañero Eduardo Romano.

8. Aclaro que no tengo nada que ver con el Movimiento Restauración Nacional y aunque no comparto algunas de sus posiciones,  tengo totalmente claro que no son neonazis.

9.Aclaro que hace mucho tiempo no tenía contacto con el Señor Alfredo Devía, por tanto no puedo dar opiniones sobre las circunstancias de su deceso, pues no es de hombres honrados hablar de quien no puede defenderse, todo lo que debí decirle, se lo dije en vida, y juzgar sus acciones, con sus aciertos y sus errores corresponden a Dios y no al hombre.

10. Agradezco al Señor Rúgeles el haberse tomado el trabajo de escribir sobre mí, a pesar de haber pasado ya varios años de los tiempos en que pedía mi consejo y apoyo para sus proyectos políticos personales.

Para finalizar, huelga dejar muy en claro  dos cosas: En primer lugar, que mi actuación anterior, concomitante, y posterior a mi militancia en agrupaciones skinhead, siempre fue orientada por el honor, el deber y el amor total a mi país, y aunque erradas en su accionar, considero que todos tenemos derecho a madurar y reconocer nuestros errores con el ánimo de reivindicarlos, con lo cual estará muy de acuerdo el  señor Gustavo Adolfo  Rúgeles, somos ciudadanos libres,  y esto nos diferencia de las dictaduras y totalitarismos,  reconocemos que la gente puede cambiar y ser una herramienta de progreso para su país, tal y lo hizo el gran compositor griego Mikis Theodorakis  quien militó en su juventud en grupos fascistas, y después fue un defensor férreo de la libertad y la justicia,  lo hicieron Gustavo Petro, Navarro Wolf, Ever Bustamante y muchos otros partidarios del colectivismo que pone al Estado por encima de las libertades de la persona, y reclamo el mismo derecho, como un ciudadano colombiano, como un hombre libre, y como una persona que no se ata a los errores del pasado, sino que lucha por la reivindicación de los mismos, quien a diferencia de los caudillos locales ya mencionados, jamás ha cometido un acto terrorista contra otro ciudadano. En segundo, es menester recordar al Señor Rúgeles, la figura de Elfialtes, las termópilas no hubieran sido lo mismo sin personajes dispuestos a vender su dignidad con sus antiguas amistades por un puñado de monedas, deseo que su éxito crezca, que en su alma perdure la verdad y el dolor que hace pasar a más de una familia con sus artículos difamantes, calumniantes e injuriosos, rebosantes de  cobardía e infamia.

Eduardo Romano






SEÑOR ERNESTO YAMHURE



Por.  Edouardo Romano






Le escribo no con malestar personal  ni  rencor político,  le escribo con la lastima con la que un corazón honrado habla de un hombre que se esconde detrás de la impunidad de un teclado para pisotear a las personas  por interés personal, partidista  o monetario.

Que triste y sombrío futuro le espera a un país donde aquellos que se abanderan como defensores utilizan como herramienta el secretismo, la mentira o la traición disfrazando de verdad y honradez su miseria.

Que le espera a hombres como Álvaro Uribe al rodearse de hombrecillos dispuestos a corromper su alma y torcer el camino al menor viento que zarandee su navío de influencia y prestigio dentro de un partido.

Es estos días donde la hipocresía cultural abunda y hasta los que nunca leyeron a García Márquez se indignan ante las declaraciones que cuestionan sus ideas y proceder, es de  total importancia reflexionar alrededor de los principios que estamos inculcando en la generación de adolescentes que siguen nuestros pasos y se alimentan  diariamente con ejemplos de traición, mentira y deshonor.

Que podemos esperar a futuro, si la cosecha es producto de la siembra y el fruto es el resultado del cuidado de las semillas?

Señor Yamhure, le pregunto: ¿que pueden esperar sus hijos al ver a su padre escapar ante la responsabilidad y aprovecharse de un cuestionado asilo para llenar el pecho de un superficial valor para hostigar a las personas con total impunidad?

¿Como puede mirar a sus hijos a los ojos y justificar la cobardía de su padre, que lo llevo a esconderse como un niño cuando sus acciones cobraron fruto y su estado de confort se vio amenazado por el cumplimiento con la justicia?

Triste panorama se dibuja en nuestro país cuando los trucos de hombre mediocres abundan en la política y los medios de comunicación se empeñan en alimentar su prestigio a costa del prestigio de los demás.

En los tiempos antiguos, las afrentas ignominiosas y embusteras se encaraban y se resolvían con honor, hoy en día los hombres se refugian en la modernidad, el abuso de las leyes y de la hipocresía humanitaria para salirse con la suya, 

En fin,  esta carta no cambiara el rumbo de toda una generación pero al menos tranquiliza mi conciencia, me reconforta saber que si no  existieran hombres como usted no habría puntos de comparación para admirar a Los pocos hombres dispuestos a cumplir con integridad su deber con la sociedad.

Espero que un día pueda retomar el rumbo de la honra y pueda lavar su conciencia pues por mas títulos y condecoraciones que obtenga  le va a quedar muy difícil cambiar su imagen de canalla y de cobarde.

"Cuando hace años murió alguien muy cercano y querido para mí, en el momento de bajarlo a la tumba alguien, entre sus amigos, comentó: Era un hombre honrado y un caballero. Y qué quieren que les diga. Me pareció el mejor epitafio que un hombre puede desear para sí mismo, pero temo que nadie dirá eso en mi funeral. No porque pueda o no pueda serlo, que ése es asunto mío y no viene al caso; sino porque dudo que alguien aprecie todavía el valor de esas palabras. Ahora, honrado es sinónimo de tonto, y en la puerta de los servicios de los bares llaman señora y caballero a cualquiera." Arturo Pérez Reverte



lunes, 12 de agosto de 2013

SANANDREZAR A COLOMBIA



Por  Santiago Iasi

San Andrés, siempre ha sido un punto de interés geopolítico para el Imperialismo Británico Anglosajón, la islaimpedía el asalto por parte de las naves de la Compañía de CorsariosBritánica (piratas) de las naves Españolas. San Andrés evitaba que las naves primero pudiesen bordear la costa atlántica y evitar el mar abierto y pasando por allí hacer luego la conexión ya fuese a Cuba o Puerto Rico y finalmente de a España. En pocas palabras el territorio marítimo sanandresano, involucra por su ubicación: el control del mar, la posibilidad de comercio y por tanto son un sustento para el poderío militar de cualquier país que las controle.

La dirigencia "cipaya" colombiana, con contadas excepciones ha carecido de cualquier concepción geopolítica que sustente la soberanía patria, lo que ha sido una constante desde la Guerra de los Mil Días, por lo que la subsecuente pérdida gradual de territorio patrio ha sido la consecuencia lógica.

Las pérdidas territoriales que se han dado sólo en el Siglo XIX ha sido arduas y debido a su extensión resultanexageradas, entre las grandes pérdidas se puede destacar Panamá, ante la presión Yankee que ideo el plan de independencia una vez que Colombia rechazara los injustos términos bajo los cuales se iba a ceder el territorio del Canal. Perdimos o mejor dicho cedimos, injustamente los monjes con una Venezuela que no acepto el laudo arbitral Español, perdimos la costa de mosquitos donde habían emigrado varias familias sanandresanas y al perder esta costa a su vez cedimos las islas de Mangle Grande y Mangle Chico, (ahora en manos de Nicaragua que con ello se comprometió en 1928 a aceptar la soberanía de Colombia sobre San Andrés), eso sin contar las otras perdidas territoriales con el Brasil, Perú, y Ecuador.



En fin debido a su magnitud y la indiferencia de la clase dirigente, en la mente de cada sanandresano se encuentra esta cesión de territorio que se trata pues de una deuda histórica que se tiene con el pueblo colombiano por parte de una oligarquía cipaya, interesada en el aumento de sus arcas, y que debido a su accionar ha permitido la perdida de grandes recursos naturales, reservas naturales, petrolíferas y minerales.
Con la pérdida de mar territorial que se dio con Nicaragua, vendrá la explotación de las multinacionales chinas dispuestas a destruir los recursos naturales del archipiélago por conseguir un poco de petróleo. Los pescadores de San Andrés ya se están dirigiendo a Nicaragua para poder continuar con su subsistencia, dentro de poco vendrá la crisis en la isla, con una población descontenta por el histórico abandono y por la crisis económica que significa la perdida de trabajos en la pesca y la segura reducción de turismo debido a la explotación de petróleo (con todas su consecuencias) en las cercanías de la Isla, lo que afectaría gravemente la fauna local y contaminaría las aguas isleñas. 

Tenemos que Sanandrezar la política, lo que significa luchar en San Andrés y toda Colombia por una política que piense en la soberanía, económica, militar, cultural, política, tecnológica y territorial del pueblo colombiano, que luche por un modelo económico con justicia social y moral, se trata de la luchar por el desarrollo industrial del país, es la lucha contra un sistema internacional injusto que por medio de la Haya decidió de forma arbitraria desgarrar el territorio patrio. Es decir, con esta idea política se juega el futuro de Colombia, de San Andrés y de su victoria dependerá el futuro de nuestro y de nuestros hijos.